Cambiaría mi rumbo si me acompañaras,
retrocedería e iría a buscarte si me llamas.
Camino buscando nuevas historias que contar
sin mencionar tu nombre. Y no lo consigo.
Todo tiene un enlace, una causa que me lleva a ti.
Sigo mi rumbo sin sentido, haciendo paradas forzosas y otras inevitables.
Ando segura fijando mis pies sobre el suelo,
intentando que mis alas no me hagan volar a ese espacio vacío.
Evito soñar para no despertar.
En mi camino busco rincones para no recordar,
busco espacios que me hagan olvidar,
y mis pies empiezan a palpitar.
Me recuerdan que no es lo que quiero,
que mi camino presente no lo deseo,
y te vuelvo a figurar.
Mis pasos son lentos, rígidos, involuntarios,
pero descubro nuevos paisajes que antes no hubiera imaginado sola.
Me encantaría compartirlos
y tu rostro es el primero que llega.
Espero, espero y no llegan más.
Me desespero y vuelvo al origen de mi desvelo.
Entonces es cuando busco tu ángel.
Me levanto del suelo y miro hacia delante,
respiro entre suspiros, doy mis primeros pasos,
insegura, apagada. Vuelvo a empezar.
Cambiaría mi rumbo si me acompañaras...